BENLLIURE Y EL ARTE

Mariano Benlliure fue un escultor valenciano, hijo de familia artística pero humilde, nacido en el barrio de El Carmen de Valencia, con numerosa obra civil, funeraria y religiosa esparcida por toda España. Numerosas exposiciones han subrayado su valía como escultor modernista, basta contemplar la imagen sedente de El Patriarca, en su Colegio, para comprobarlo.

ESCULTURA E INFIERNO DE DANTE

De los mil aspectos que podríamos abordar sobre ella nos vamos a quedar con uno solo: la chimenea que el escultor fundió, en 1899, sobre el “Infierno del Dante” que curiosamente se conserva en la presidencia de la Generalitat Valenciana(2013) y pueden visitar quienes concierten con nosotros una visita.

Los que hayan tenido la suerte de acudir invitados, o los que hayan pedido permiso como turistas para visitar la sede oficial de la Generalitat, se habrán encontrado, en el patio principal, con esa obra escultórica impresionante. ¿Qué hace allí? ¿Por qué Benlliure abordó ese asunto tan tremendo? La exposición del Carmen nos lo explica con todo detalle y configura una de las muchas razones para visitarla este verano.

 

2 Generalitat, Chimnea, El infierno de Dante, de María Benlliure IMG_6471

Escultura del Infierno, Palau de la Generalitat

ENCARGO DE UN BANQUERO E IMAGINACIÓN DESBORDADA

Benlliure, en el año 1895, recibió el encargo de un banquero llamado Gustavo Bauer, de raíces judías y funcionarios de los Rothchild, de decorar una sala en el palacete de la familia, en la calle de San Bernardo. En la casa habría una sala de música, donde el financiero quería ubicar un busto de su padre, fundador de la entidad, y una serie de piezas decorativas. El maestro valenciano se puso manos a la obra y realizó piezas de gran interés, como el busto del fundador de la Banca Bauer, porcedente de Hungria, un caballero de grandes patillas muy parecido a nuestro marqués del Campo.

PALACIO-BAUER-placet

Palacio Bauer de Madrid

Benlliure realizó para ello un boceto hecho a carboncillo y tiza, de una chimenea de gran porte en la que Benlliure dejaba correr en completa libertad una imaginación desbordada tras la lectura atenta de los versos que el poeta italiano Dante dedica a describir el infierno. La horrible Barca de Caronte, la laguna donde arden los malvados, los diablos de terribles fauces, sapos, culebras, monstruos que devoran a los condenados… todo cuanto el poeta había creado lo llevaba el escultor a un desarrollo plástico: un amasijo de cuerpos torturados daban forma a una ardiente chimenea coronada por el propio Dante que mira conturbado el espectáculo ante el que le ha puesto un sereno Virgilio.

RECHAZO DE BAUER Y BOCETOS REALES

El señor Bauer consideró que era un exceso para la sala de música de un banquero; de modo que muy cortésmente la rechazó. Benlliure no se inquietó en exces y se dispuso a terminar la chimenea, que en todo caso serviría para calentar su estudio de Madrid. Es más decidió enviarla nada menos que a la sección de Escultura de la Exposición Universal de París de 1900, la ocasión artística más deslumbrante que el mundo culto había organizado para dar la bienvenida al inmediato siglo XX.

Convencido además del valor artístico de su obra, envió el boceto que los Bauer habían rechazado y se lo mandó a la reina regente, doña María Cristina, la madre del jovencísimo Alfonso XIII.

En París, Benlliure recibióla Medalla de Oro en la sección de Escultura. Del mismo modo que otro artista valenciano, amigo entrañable, Joaquín Sorolla, se llevó la Medalla de Oro en la sección de Pintura. Fue cuando la prensa de Madrid empezó a ponderar a los dos grandes artistas valencianos y cuando el periódico “Las Provincias” escribió que era una vergüenza que el Ayuntamiento no se acordar de ellos.
La Reina Regente agradeció el obsequio, que estuvo siempre expuesto en el palacio de verano de los Reyes, en San Sebastián. El dibujo es ahora pieza clave de la colección del donostiarra Palacio de la Cumbre.

EL MISTERIO DE LA CHIMENEA DE BRONCE

Pero ¿y la chimenea verdadera, la de bronce, que fue de ella? Siempre se ha dudado si Benlliure mandó fundir una o dos piezas. los expertos indican que dada la carestía de un trabajo así, el escultor mandó terminar una chimenea, la que se expuso en París durante muchos meses, y que luego fue integrada a su estudio y el escultor rechazó una generosa oferta de compra de un potentado americano, tal vez de Huntington para la Hispanic Society de Nueva York.

La escultura estuvo colocada en la sala de billar de su casa estudio de Madrid hasta la muerte del escultor, en 1947. Después pasó a su hija Leopoldina y, finalmente, en febrero de 1957 fue adquirida por la Diputación Provincial de Valencia” .

 

UNA OBRA DE PESO, CON MAS DE TREINTA FIGURAS

La escultura de un peso que debe superar la tonelada es sumamente frágil pues ensambla más de treinta figuras. No en balde el escultor le escribió a su hermano José: “Finalmente terminé la Chimenea, ya está en manos del fundidor. Materialmente no he tenido tiempo para ocuparme de otra cosa pues he trabajado día y noche, com un negre…”

Esa misma razón reclama que la escultura esté en el patio, justo al lado donde los presidentes suelen hacer las más solemnes declaraciones o comparecencias, bajo las tres banderas oficiales.

En muchas situaciones históricas, de momentos más dramáticos que alegres, los fotógrafos de prensa han conseguido que en la escena política se cuele la visión apocalíptica de la “Divina Comed

Se trata de Paolo y Francesca. Paolo Malatesta y Francesca de Rimini, amantes míseros y siempre malhadados, a quienes inmortalizó el Dante con estas palabras de Francesca:

UNA HISTORIA DE AMOR

Y terminamos con una historia de amor desdichada. Todos mis alumnos italianos reconocen a Dante y en la parte inferior e izquierda de la escena a dos amantes eternamente a punto de fundirse en un beso.

 

Alexandre Cabanel_Paolo_e_Francesca,_1846

Se trata de  Paolo Malatesta y Francesca de Rimini, amantes míseros y siempre malhadados, a quienes inmortalizó el Dante con estas palabras de Francesca:

Amor, que de un corazón gentil presto se adueña,
prendó a aquél por el hermoso cuerpo
que quitado me fue, y de forma que aún me ofende.
Amor, que no perdona amar a amado alguno,
me prendó del placer de éste tan fuertemente
que, como ves, aún no me abandona.
Amor condújonos a una muerte”…
Así ella estas palabras dijo.

José Vicente Niclós, Profesor y Guía de Turismo