Ruta por el origen de la seda en la ciudad desde 1460 hasta 1880, un panorama desde China a Valencia por la una ruta cultural, traída por los árabes, continuada por los italianos y valencianos, con Monumentos como la Casa del Arte Mayor de la Seda, La Lonja y el Ayuntamiento.

 

 

Hitos para la memoria de la seda

Una vida de riesgo, una ruta de las ideas y el despertar del comercio global

La ruta de la seda fue desde la Edad Media una ruta de riesgo, con bandidos y piratas en su trayecto. Sin embargo fue el único medio para estar en contacto con la ruta de las ideas que nacieron de los contactos entre Oriente y Occidente, desde el siglo IIIa.C hasta la actualidad .

En tiempos pasados llegaban las ideas religiosas del budismo o del cristianismo, los rumores de secretos como los del origen de la porcelana, el té o la seda. Un viajero chino precursor del siglo VII Xuan Zhuang viajó hasta la India para traducir textos budistas del sanscrito al chino y conoció una religión misteriosa de occidente, el cristianismo nestoriano.

En el siglo V Nestorio, patriarca de Constantinopla, difundió la idea de la doble personalidad de Jesucristo, divina y humana, pero separadas entre sí, lo que en el Concilio de Éfeso (431) le valió la consideración de hereje, el cese en su cargo y el exilio en Oriente. Había nacido el nestorianismo, religión que entre los siglos V y XIV se extendió por Asia a través principalmente de la Ruta de la Seda. Los nestorianos, también llamados cristianos asirios, tuvieron la habilidad de pactar con los persas sasánidas, enemigos del Imperio Romano de Oriente. Los persas fueron derrotados por los bizantinos en 628 y poco después, a partir de 633, comenzaron las invasiones árabes. Pero la religión nestoriana se había extendido ya hacia el este por Mongolia, hasta el Tíbet, China e India. Sobre todo, en el imperio mogol, entre los consejeros de Gengis Khan se encontraban varios nestorianos, fueron grandes diplomáticos y llegaron a establecer diócesis en la misma península de Arabia. Durante el reinado de Kublai Khan, cuya madre era una cristiana nestoriana, esta religión conoce su época de mayor auge. Cuando los portugueses llegan a la India en 1498 se encuentran con la sorpresa de que hay cristianos. El retroceso de la iglesia nestoriana comienza con la decadencia del imperio mongol, con la llegada a China de la dinastía Ming -intransigente con las religiones que no fueran de origen autóctono- y con la aparición de corrientes islámicas menos tolerantes

Los comerciantes y diplomáticos occidentales, como Marco Polo, Ruiz González de Clavijo conocieron el esplendor de estas cortes orientales, los campamentos de tiendas con sedas preciosas y los jardines de pájaros exóticos.

Valencia, en el confín de la ruta hacia el Atlántico y patrimonio de la Unesco

La expansión del Islam en el Mediterráneo introdujo la seda en la Península Ibérica en el Siglo VIII.

En el siglo XV, la llegada de emprendedores genoveses convirtió este material en la principal fuente económica de la ciudad, lo que generó una intensa actividad de transacciones que favorecieron la construcción del edificio gótico civil más relevante de la ciudad en 1483, la Lonja de la Seda, hoy

punto neurálgico de la ruta. Fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO en 1996 y consta de cuatro partes visitables: el Salón Columnario, donde se hacían las negociaciones, el Consulado del Mar, el Salón Principal y el Patio de los Naranjos.

Desde 2015, València forma parte de los programas de la UNESCO y de la Organización Mundial del Turismo para poner en valor la Ruta de la Seda, un concepto acuñado por un geógrafo alemán en 1877.

Otros puntos de la ruta sería el Museo Nacional de Cerámica donde encontrar preciadas piezas de seda y otras mercaderías, así como la más importante colección de cerámica en España y

el mejor ejemplo de arquitectura barroca en nuestro país. La indumentaria tradicional valenciana, que ha pervivido gracias a la fiesta por antonomasia de la ciudad, Las Fallas, es igualmente herencia viva de la industria sedera valenciana y puede verse en numerosos comercios de València.

Qué ver

El barrio de Velluters y el Museo del Arte Mayor de la Seda.

Entre otros testimonios de un pasado digno de memoria, en el barrio valenciano de Velluters (que significa terciopeleros) se concentraban a finales del siglo XVIII cerca de 5.000 telares para confeccionar seda. Hoy en día, todavía conserva su sabor de antaño con grandes casonas, como el Palacio de Tamarit, y calles laberínticas que permiten entender la relevancia de esta industria entre

los siglos XV y XVIII en València. Es en este barrio donde se encuentra el Colegio del Arte Mayor de la Seda, establecido en 1686 y que hoy alberga el Museo de la Seda. Edificio de estilo barroco,

custodia el mayor archivo gremial de Europa, una buena colección de telas en seda y telares del siglo XVIII que pueden verse en funcionamiento. Es el lugar por el que comenzar la Ruta de la Seda de València, un recorrido con varias paradas que desvela el valioso legado histórico,

arquitectónico y artístico que dejó el comercio de la seda en la ciudad.

La Lonja de la seda

El misterioso itinerario de la Ruta de la Seda que surca Valencia con la visita guiada te adentrará

después en el simbolismo de la Lonja de la Seda (Patrimonio de la UNESCO), donde los mercaderes negociaban con el preciado material y se distribuía por todo el mercado nacional. El trabajo llegaba hacia poblaciones como Carcaixent o Alzira donde se plantaban moreras en los caminos y lindes de los campos, se facilitaba así el cultivo del gusano de seda, y las mujeres y los niños proporcionaban un aporte complementario a la economía familiar. El recinto cuenta con na bella fachada gótica, en la parte norte con el busto del rey Salomón, como garante del “templo del comercio”, en la fachada sur brujas, barcos de vela y simios, como si se tratara de un cómic.

Su interior consta, por ahora, de cuatro partes visitables: el Salón Columnario, donde se

hacían las negociaciones, el Consulado del Mar, el Salón Principal con bello artesonado y el Patio de los Naranjos.

PVP 20€ adultos, 10€ menores de 7- 16 años, menores de 7 años gratuito.

 

Desde 15€ a partir de 4 pax, niños gratis, entradas a los museo incluidas.